domingo, 7 de diciembre de 2008

Homenaje a Ramón, por "Tono"

Antonio de Lara Gavilán (“Tono”), escribió en su día una serie de greguerías en homenaje al maestro, parte de las cuales recordamos ahora para embellecer nuestro peculiar jardín.


Era tan fuerte el calor que los acordeones se desabrocharon todos los botones.

Los negros son negros para que se sepa que son negros.

¡Qué perfecta era aquella vaca! En el mapa de su piel coincidían los Pirineos con su espina dorsal.

Al movimiento de las gallinas le faltan fotogramas.

Desde el tren los borregos parecen piedras y las piedras parecen borregos.

Las olas, en las orillas del mar, siempre se están arrepintiendo.

Cuando las señoras gordas se ponen los guantes se ordeñan las manos.

La primera noche, en una habitación de hotel, se sueña lo que había dejado a medio soñar el viajero anterior.

La almohada debía llorar cuando se le cambia la funda.

¡Tenga, María, lleve usted estas camelias a la planchadora!

La aspirina no debía echarse en la boca sin un sello de urgencia.

Todas las mesas están cojas de tanto estar de pie.



Antonio de La®a Gavilán ("TONO")

No hay comentarios:

Publicar un comentario